Según informe de la Contraloría Distrital, Bogotá sufrió un detrimento patrimonial de 1.600 millones por la compra de 140 ventiladores mecánicos que fueron adquiridos por valores superiores a los del mercado.
En el informe, el ente de control señala que, en el proceso de compra de ventiladores para poder sortear la crisis sanitaria del Covid-19, el distrito compró 140 ventiladores mecánicos por 108 millones mientras que el precio comercial era de 93 millones.
En su momento, el concejal de Bogotá Rubén Torrado, señaló que Bogotá había comprado los ventiladores más caros del país.
Con los recursos desaprovechados, la Contraloría destacó que esos dineros pudieron haber sido usados para garantizarle renta básica a 1.841 hogares o 4.590 canastas de comida.